Bueno, pues aquí estamos de nuevo tras muuuuuucho tiempo de paréntesis para seguir con la historia, me lo han pedido muchos amigos, así que tenía que hacerlo... espero que os adentréis en la historia y os guste mucho
Mimándose el cuerpo mutuamente y entrelazando sus figuras se encontraban, tras una noche de intenso placer, dos chicos de 19 años cada uno. Andrés y Brian eran una pareja de homosexuales, desde hacía ya más de un año, que se encontraban en un estado de marginación por sus respectivas familias. Los padres del primero eran los patronos de una antigua fábrica de la ciudad, y, para mantener la imagen de su oficio, decidieron listar al chico en un orfanato; a sus trece años, el chaval no podía disimular su gusto por personas del mismo sexo y fue eso lo que lo llevó a la discriminación de sus parientes más cercanos. Cuando cumplió los 18 se escapó del orfanato en busca de alguna aventura que lo alejara del mugriento peso familiar que llevaba a cuestas, y de esta manera conoció a Brian. Éste último fue más abierto, siendo capaz de plantarle frente a su familia y buscando un empleo que le permitió, poco después, alquilar un piso para vivir con su novio.
Desde entonces, son como una pareja normal, sin ningún tipo de rencor y con un intenso enlace que les ayudó a vivir experiencias inmejorables a dúo. Mucha gente los señala al pasar por la calle cuando los encuentran unidos por las manos, aunque ellos omiten para sí dichas miradas de extrañeza con el dicho “cada persona es de una manera, por muchos seres que nazcan, nunca habrá dos entes iguales, si no a base material, psicológica”
Brian se levantó estrepitosamente al ver el reloj; cuando descubrió que eran las 12:00 de la mañana comenzaron las carreras al vestirse y peinarse. La razón se encontraba en que tenía que embarcar en un avión con destino a Buenos Aires; hacía unos meses le llegó la carta con la aceptación en un taller de decoración de esta ciudad, en la que se le firmaba un contrato de dos años fijos en aquella empresa. El muchacho no lo rechazó por el permiso que le ofreció Andrés ya que no quería dejar a la pareja que le costó tanto encontrar alejada de él.
Ambos cogieron el camino al aeropuerto, que estaba a media hora de sus casas. Compartiendo en ese trayecto sus anécdotas.
-¿Te acuerdas cómo nos conocimos?; por Internet, a través de ese portal de gays y lesbianas. Al principio fue esa foto en la que salías desnudo la que me llevó a mantener un diálogo contigo; lo recuerdo, sólo quería follarte como si fueras uno de esos rollitos fáciles, pero después, no sé como, cuando quedamos, me dio miedo hacerte daño- dijo Andrés, que era el que estaba al volante.
-Y la primera vez que quedamos, en aquella plaza casi desértica. No sé como, pero tal cual nos vimos nos morreamos de lo lindo mientras nos dirigíamos a mi casa. Allí hicimos el amor como nunca antes lo conseguí; y desde ese momento, creo que sólo en tres ocasiones hemos fallado: cuando estuve en casa de mis padres, un día que nos fuimos de excursión por la noche y el domingo pasado, que se murió mi tía.
-Tienes razón, somos unos adictos. Pero no sé como voy a aguantar todo este tiempo ahora sin pillar cacho. A no ser que me valla con otro.
-Ni se te ocurra, procura que eso sea una broma que si no vengo por excepción a matarte.
-¿Todavía dudas de mí?. Ya sabes que yo no haría eso ni bebido de siete cubatas.
El trayecto que quedaba hasta el aeropuerto se efectuó sin diálogo determinativo, y es que el molestoso nudo que se forma en la garganta en momentos delicados surgía de entre el silencio dejando a los chicos en un llanto oculto.
Una vez llegados al edificio nombrado, se despidieron con un beso largo de tornillo, mezclado con fuertes abrazos y achuchones que dejaban constancia entre los transeúntes que viajaban o que salían de sus vuelos de la pista de aterrizaje.
Brian se secó los ojos y pasó su maleta grande por una cinta transportadora para, transcurridos unos minutos, entrar en el avión. Éste era bastante grande con dos filas de tres pasajeros en cada una; en él viajaban personas de todos los tamaños y razas, entre ellos había varios moros, musulmanes, ingleses, franceses... Sin embargo, él se sentó entre un coreano y un peruano.
Estuvo varios minutos pensando en su novio, imaginándose lo alegre que había estado si hubiera viajado con él, sin embargo, una cosa un tanto fuera de lo normal lo sacó de su mundo fantástico para traerlo a una realidad tentadora: coincidiendo con el despegue del avión, el peruano se metió la mano entre sus genitales para acomodar su miembro, cosa que perturbó a Brian de tal manera que no pudo contener una alegría viril. Al darse cuenta, el coreano lo tranquilizó acariciándosela sensiblemente para que el ejercicio fuera de lo más simulado posible. Brian se dejó, inquiriendo al chico de Perú que hiciera lo mismo, aunque éste le incitó a que se la tocara. Así: el coreano pajeando a Brian y éste último al chaval de Perú estuvieron casi todo el viaje.
-¿Cómo te llamás?- preguntó el Peruano a Brian- Yo Edgard, 16 años.
-Jovencito pero con las ideas claras, eso está bien, mucho gusto Edgard, yo me llamo Brian, 19 años. Mmm... a éste mejor ni le preguntamos ¿no?- supuso, señalando al de Corea.
-Tú deja que te la mame y luego le cobras, eso le hice yo la otra vez, está conmigo desde que vine a España y llevo ganados 300 euros con él.
-Esto es un rollo, he tenido que cambiar todo mi dinero porque en el caso contrario no me lo aceptarán allí.
-Es lo que tiene mudarse de país, tú ven conmigo y yo te guío, siempre y cuando me pagues con sexo.
-Dalo por echo.
A lo largo del día no hubo más señales que intuyeran su rama homosexual, comieron y hablaron como si fueran familiares, y, al llevar los móviles desconectados por petición de las azafatas, nadie pudo interrumpir sus diálogos.
El paisaje que se percibía desde el avión no era muy llamativo más que nada porque sólo se veía nubes amenazadoras por todas partes. De esta manera asomarse por la ventanilla se convertía en una señal notoria de aburrimiento.
Era la primera vez que Brian pisaba un avión, y aún así, no se apoderó de él ningún tipo de miedo, no por otro motivo sino porque sus compañeros le distraían con juegos bastante adictivos. Así pasaron el viaje, entre roces que hablaban por sí solos y diálogos entretenidos el largo trayecto se convirtió en un ameno recorrido.
1 comentario:
TRANSLATED IN THEIR MINDS ALONE BY STEVE FINNELL
Those who claim that immersion in water is not essential to be saved say the Bible clearly states that men are saved by grace alone or by faith alone. Saved by grace alone or saved by faith alone has been translated that way in their minds alone.
Grace alone proof-text. Ephesians 2:8 For by grace you have been saved through faith; and that not of yourselves, it is a gift of God;(NASB)
There is no translation of the Bible that says "For by grace alone you have been saved."
Those who claim men are saved by grace alone contend that Ephesians 2:8 should be interpreted to mean that God grants faith as a gift, therefore men are saved by faith alone because of grace alone. The problem with that interpretation is that the gift mentioned in Ephesians 2:8 is salvation, not faith.
Faith alone proof-text. John 3:16 "For God so loved the world, that He gave His only begotten Son, that whoever believes in Him shall not perish, but have eternal life.(NASB)
There is no translation of the Bible that states "Whoever believes in Him will be saved by "faith alone."
How could anyone honestly interpret John 3:16 to mean men are saved by faith alone; therefore immersion in water, that is baptism, is not essential to be saved?
If men believe Ephesians 2:8 and John 3:16 prove all men are saved by grace alone or faith alone, then why do they not insert the word alone in other Scriptures.
1 Peter 3:21 Corresponding to that baptism now saves us...(NASB) Does that mean men are saved by baptism alone? Of course not.
There in no Bible translation that has the phrase, saved by grace alone or saved by faith alone. Saved by grace alone and saved by faith alone is translated in their minds alone.
It take a skilled deceiver to convince men that Ephesians 2:8 and John 3:16 mean that all men are saved by grace alone or by faith alone.
It takes a skilled deceiver to convince men that immersion in water is not essential to salvation.
Convincing men that water baptism is not necessary for salvation by explaining away Mark 16:16, Acts 2:38, John 3:5, Acts 22:16, Romans Chapter 6, Galatians 3:27, Colossians 2:11-13, Titus 3:4-5 and Ephesians 5:25-27 takes a willing student and a cunning teacher.
Believing what Bible says instead of what you want it say or what you have been taught that it says is the way to the truth.
YOU ARE INVITED TO FOLLOW MY BLOG. http://steve-finnell
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